Mujer en ropa interior como haciéndose una palpación en la mama

¿Qué es la patología mamaria?

La patología mamaria abarca todas aquellas alteraciones que afectan a la mama, tanto benignas como malignas. Desde cambios hormonales o quistes simples hasta el cáncer de mama, esta especialidad se encarga del diagnóstico, tratamiento y seguimiento de cualquier anomalía mamaria.

El objetivo principal es detectar precozmente cualquier lesión y actuar con rapidez y precisión para garantizar el mejor resultado posible para la paciente.

¿Por qué es importante consultar ante cualquier cambio?

El diagnóstico temprano marca la diferencia. La mayoría de las enfermedades mamarias benignas no representan riesgo, pero deben ser evaluadas para descartar otras patologías más complejas. Además, un diagnóstico precoz del cáncer de mama mejora drásticamente el pronóstico y permite tratamientos menos agresivos y más conservadores.

Tipos de patologías mamarias más comunes

Fibroadenomas mama

Lesiones benignas

Fibroadenomas, quistes, mastitis, cambios fibroquísticos, necrosis grasa, galactoceles.

Fibroadenomas mama

Lesiones de riesgo

Hiperplasias atípicas, lesiones papilares.

Fibroadenomas mama

Lesiones malignas

Carcinoma ductal, lobulillar, enfermedad de Paget, tumores inflamatorios, entre otros.

Patología mamaria

Preguntas frecuentes sobre la salud de tus mamas

Es el conjunto de enfermedades que pueden afectar al tejido mamario. Incluye alteraciones benignas (como quistes o fibroadenomas) y malignas, como el cáncer de mama. Nuestro objetivo es detectarlas a tiempo, tratarlas eficazmente y acompañarte en todo el proceso.

Consulta si notas alguno de estos signos:

  • Un bulto nuevo o persistente

  • Dolor fuera del ciclo menstrual

  • Cambios en la piel (rojeces, hoyuelos, textura rugosa)

  • Salida de líquido por el pezón

  • Retracción del pezón o alteraciones en su forma

No todos los cambios son graves, pero todos merecen atención médica.

Se recomienda:

  • Autoexploración mensual desde los 20 años

  • Revisión clínica a partir de los 25-30 años

  • Mamografías cada 1-2 años desde los 40, o antes si hay antecedentes familiares

Cada caso es distinto, por eso es clave personalizar el seguimiento.

Tener antecedentes familiares aumenta el riesgo, pero la mayoría de los casos ocurren en mujeres sin antecedentes. Existen pruebas genéticas específicas (como BRCA1 y BRCA2) que se indican solo en ciertos perfiles de riesgo.

Las más frecuentes son:

  • Mamografía

  • Ecografía mamaria

  • Resonancia magnética

  • Biopsia (con aguja gruesa o guiada por imagen)

Cada prueba se selecciona en función de la edad, los síntomas y los hallazgos clínicos.

Depende del tipo de estudio. En general, entre 24 y 72 horas para pruebas de imagen y algo más si se necesita biopsia. En casos urgentes, se prioriza la rapidez para evitar demoras en el tratamiento.

No. Solo entre un 5% y un 10% de los casos tienen un componente genético heredado. La mayoría se deben a una combinación de factores hormonales, ambientales y de estilo de vida.

No se puede prevenir al 100%, pero sí reducir el riesgo:

  • Manteniendo un peso saludable

  • Evitando el alcohol y el tabaco

  • Haciendo ejercicio

  • Controlando la terapia hormonal prolongada

  • Realizando chequeos periódicos

Sí, aunque es poco frecuente. Representa menos del 1% de los casos, pero debe sospecharse ante bultos o cambios en la zona pectoral del hombre, especialmente si hay antecedentes familiares.

Los diagnósticos, incluso los benignos, pueden generar ansiedad, miedo o angustia. Es normal. En estos casos, el acompañamiento médico humano y claro, junto con apoyo psicológico si se necesita, es fundamental para el bienestar de la paciente.

  • “Si no duele, no es grave” → Falso

  • “Solo afecta a mujeres mayores” → Falso

  • “Todos los bultos son cáncer” → Falso

  • “Las mamografías hacen daño” → Falso

La información fiable es la mejor herramienta para cuidarte.

Desde el diagnóstico precoz, pasando por la cirugía personalizada y el seguimiento integral, el Dr. Moragues y su equipo ofrecen un enfoque actualizado, humano y multidisciplinar para cuidar tu salud mamaria en todas las etapas.

Diagnóstico

 

Precisión desde el primer momento

 

Exploración clínica

Es el primer paso para valorar la salud mamaria. El especialista realiza una revisión detallada de la mama y la axila, palpando cualquier zona sospechosa y evaluando cambios visibles como bultos, retracciones o secreciones. Aunque no sustituye a las pruebas de imagen, la exploración clínica es clave para orientar el diagnóstico.

Técnicas de imagen (mamografía, ecografía, resonancia)

Las pruebas de imagen permiten ver el interior de la mama con precisión.

  • Mamografía: útil en mujeres mayores de 40 años, detecta microcalcificaciones o masas sospechosas.

  • Ecografía: ideal para diferenciar quistes de nódulos sólidos, especialmente en mamas jóvenes.

  • Resonancia magnética: se emplea en casos complejos o de alto riesgo, y ofrece una visión más detallada.

Biopsias (core, BAG, BAV)

Cuando se detecta una lesión sospechosa, la biopsia permite confirmar el diagnóstico mediante el estudio de una muestra del tejido:

  • Core-biopsia: extracción de tejido con una aguja gruesa.

  • BAG (biopsia asistida por aguja gruesa): más precisa, permite tomar varias muestras.

  • BAV (biopsia asistida por vacío): se utiliza en lesiones más pequeñas o no palpables.
    Estas técnicas son seguras, ambulatorias y fundamentales para planificar el tratamiento más adecuado.

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